Los tóxicos alteran a nuestras hormonas, generan inflamación ya que son estresores para el cuerpo. Tu hogar debería ser un refugio seguro, pero muchas veces sin darnos cuenta estamos rodeados de productos y materiales que contienen químicos tóxicos. Estos pueden afectar nuestra salud a largo plazo, causando alergias, problemas respiratorios e incluso desequilibrios hormonales.
Te recomendamos pequeños cambios que puedes ir adaptando para la exposición a estos compuestos y crear un espacio más saludable para ti y tu familia.
- Productos de limpieza naturales
Los productos de limpieza convencionales suelen contener químicos agresivos como amoníaco, cloro y ftalatos. Para evitar estos tóxicos:
• Opta por limpiadores naturales, ecológicos o hipoalergénicos.
• Haz tus propios productos caseros con ingredientes simples como vinagre blanco, bicarbonato de sodio y limón.
- Cambia tus utensilios de cocina
El menaje de cocina puede ser una fuente importante de tóxicos, como el teflón y los plásticos que liberan sustancias dañinas al calentarse. Opta por:
• Sartenes de acero inoxidable, hierro fundido o cerámica no tóxica.
• Evitar recipientes de plástico para almacenar alimentos; usa vidrio o acero inoxidable.
- Purifica el aire
El aire interior puede estar más contaminado que el exterior debido al uso de productos químicos. Mejora su calidad con estas medidas:
• Ventila tu hogar diariamente abriendo ventanas durante al menos 15 minutos, sobre todo después de limpiar para evitar inhalar residuos químicos.
• Usa plantas purificadoras de aire como el lirio de la paz, palma de bambú sansevieria o potos.
• Considera invertir en un purificador de aire, especialmente si vives en áreas urbanas.
- Cuida la calidad del agua
El agua del grifo puede contener residuos de cloro, metales pesados y pesticidas. Para mejorarla:
• Instala un filtro de agua en el grifo o usa una jarra con filtro de carbón activado. A nosotras nos gusta Alkanatur.
• Evita beber agua en botellas de plástico; opta por recipientes reutilizables de vidrio o acero.
- Elimina los ambientadores sintéticos
Los ambientadores y velas perfumadas suelen contener compuestos orgánicos volátiles (COV) que contaminan el aire interior. Sustitúyelos por:
• Difusores de aceites esenciales.
• Velas hechas de cera de abeja o soya con fragancias naturales.
• Ramos de hierbas frescas o flores secas para un aroma sutil.
- Sé un comprador consciente
• Revisa los materiales de tus muebles y accesorios de decoración, invierte en muebles fabricados con madera maciza o certificados como libres de tóxicos.
• Elige textiles naturales Algodón orgánico, lino o bambú para tu ropa de cama, toalla y cortinas y fibras naturales como lana, algodón o sisal par tus alfombras.
• Lee las etiquetas de los productos que compras y busca certificaciones como “orgánico,” “libre de químicos tóxicos” o “bajo en VOC”. La información es tu mejor herramienta para tomar decisiones saludables.
Hacer de tu hogar un lugar libre de tóxicos es un proceso gradual, pero cada pequeño cambio suma.
Al reducir tu exposición a químicos, no solo cuidas tu salud, ¡sino también la del planeta!